Recuerdo que cuando mi mamá me obligó a ver Toy Story (la primera), ella estaba totalmente emocionada. La idea de que los juguetes cobraran vida, era el contexto perfecto para alguien que estaba trabajando con literatura infantil. Aunque sin lugar a dudas me terminó gustando. Incluso cuando la 2 salió al mercado, me entusiasmó mucho la idea de verla y no niego que no puedo dejar de ver ninguna, cada vez que sintonizo al canal de Disney, sin olvidar otras entregas de Pixar, como también los clásicos de la mágica industria.
Toy Story 3 es una conmovedora historia que continúa las aventuras de Woody y Buzz en un contexto crucial para la vida de un juguete. Su dueño Andy tiene ya 17 años y se dispone a ir a la Universidad. Los personajes principales, al ver este terrible problema, no encuentran una solución factible, debido a que durante tanto tiempo le han dedicado su vida al mismo niño; que ha dejado de serlo.
En un desesperado intento por mejorar las cosas, los juguetes llegan a una guardería donde todo simula ser lindo y acogedor; aunque, quienes los reciben en ese lugar, no son precisamente la clase de seres que aparentan. Dentro existe un sistema manipulado por Lotso, un temible oso de peluche que figura ser tierno y huele a frutas.
Creo que esta nueva película de Pixar cumplió con su objetivo de una forma sincera. O por lo menos eso logré percibir. La línea narrativa estuvo muy bien sugerida debido a un suspenso constante que se manejó de manera asombrosa.
Hay una gran cantidad de juguetes nuevos, pero debido a las características, muy especiales en cada uno de ellos, no se pierde el hilo de la historia. Más bien aumenta la dosis de entretenimiento, diversión y acciones anecdóticas.
Revivimos los flashback, algo que me parece clave en las entregas anteriores. Uno de los elementos que terminan siendo punto clave para ese cariño tan especial que se han ganado los juguetes de Disney.
El film me tocó verlo en doblaje latino. Aunque confieso que fue irrelevante no escuchar a Tom Hanks o a Tim Allen, pues soy un gran admirador de ese doblaje que revive a las grandes personalidades animadas con las que crecimos. Sin embargo, en el caso de una película con personajes reales, si prefiero verla en su idioma original. Con subtítulos.
Quedé sumamente satisfecho con Toy Story 3. Creo que Lee Unkrich reitera su potencial en hacer películas animadas (Toy Story 2, Buscando a Nemo).
No sé si pueda decidir cuál es mejor, aunque es inevitable caer en comparaciones y pensar que debieron quitar o poner. Lo cierto es que no sentí que fuese manipulada la historia, en cambio percibí un alto grado de honestidad, que de alguna forma, Pixar siempre tiene. Algunos ejemplos pueden ser Ratatouille y Buscando a Nemo.
Así que recomiendo mucho Toy Story 3, cuya conmovedora trama dejará en quienes los han seguido, un toque de nostalgia, pero también de gran satisfacción y felicidad.
PD: Desde hace poco, creo, los cortos de Pixar que se muestran antes de comenzar el largometraje, resultan ser muy creativos e ingeniosos. Aplaudo el que disfruté en esta ocasión: Day & Night de Teddy Newton. Recomendado también.
Hola, Diego. Te leo y no te veo. Aparece en clase :-)
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