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Valera, Trujillo, Venezuela
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lunes, 28 de junio de 2010

Control: Para siempre Ian...

Realmente no conocía la banda Joy Division. En más de una ocasión pude observar su nombre en algún afiche, disco tienda o comentario musical, pero nunca fijé mi atención en su música. Cuando realmente los descubrí, noté que su sonido ha sido bastante influyente en la música alternativa británica. Dándole una nueva forma al punk de aquella época (70s). Particularmente el Indie Rock recibió una alta dosis de Joy Division, así como también su orientación a lo oscuro y deprimente fomentó al desarrollo de la música gótica.

Aunque, lo que resulta estremecedor para esta banda, es la presencia que tuvo su vocalista Ian Curtis. Un personaje depresivo cuya vida es narrada en la película de Anton Corbijn Control (2007)

El film centra su punto de vista en Curtis, quien desde muy joven es influenciado por distintas personalidades del rock, como David Bowie, Jim Morrison e Iggy Pop. Su vena artística se ve reflejada en sus poemas y textos, que aluden a su mundo interno, envuelto en un aura gris apática; que atina con el colorido de la cinta, rodada en blanco y negro.

La vida del músico se torna agria y poco digerible al involucrarse en un triangulo amoroso que le dificulta encontrar una vía de escape. Por supuesto, nuestro personaje es casi un niño, y sus problemas van de la mano con la inmadurez que identifica a un adolescente.

Mucho silencio durante la narración. Un silencio que va acorde con las lagunas mentales del protagonista. Su entorno acierta en una deconstrucción de las virtudes que lo rodean, y poco a poco, sus ataques de epilepsia destrozan el escaso control que poseía.

Me dejó totalmente convencido la actuación de Sam Riley como Ian Curtis; obviando el poco parentesco físico de ambos, abordó al personaje magistralmente. Incluso aquella epiléptica forma que tenia Ian de bailar, era indiscutiblemente similar. El esfuerzo por lograr todo ese proceso existencialista que lo perturba durante sus últimos años de vida, queda plasmado en una interpretación verosímil.

Imposible dejar pasar esta importante película para los amantes del Rock. Un inmenso esfuerzo, logrado con otras grandes entregas como The Door(1991), Last Days(2005), Hysteria: The Def Leppard Story (2001), entre otros…

PD: Para los tabúes y prejuicios que aun invaden la mente humana, Ian Curtis no consumía drogas. Padecía de ataques de epilepsia y murió el 18 de Mayo de 1980; tenía 23 años.


viernes, 25 de junio de 2010

Taxi Driver: El taxista de Scorsese

Siempre estuve intrigado por el cine del gran Martin Scorsese. Recuerdo mucho su renombre debido a los medios de comunicación que enaltecen a la industria hollywoodense; claro, la gente se traga solo el impacto visual y deja a un lado la trama, el guion, lo importante. La verdad es que este no es el caso de Martin, él si hace buen cine. Ha dejado en sus espectadores esa inconfundible característica de suspenso. Su forma maestral de narrar una historia lo hace sumamente influyente para aquellos que apreciamos el arte visual.

Taxi Driver es uno de sus clásicos más renombrados. La intriga por retroceder en el tiempo, y observar la gran obra de Scorsese me tenia impaciente; hasta hoy.

Vemos al entonces joven Robert De Niro interpretando a Travis, un retirado de la marina cuyo ocio acumulado y vida monótona lo llevan a tomar una decisión simple pero importante para su futuro, se convierte en taxista. Claro, no se oye sorprendente ¿y quién puede decir que la vida de un taxista es inquieta y movida?, pues esta película demuestra precisamente todo lo contrario.

Travis prefiere su empleo después del crepúsculo. Rápidamente las “criaturas de la noche”, como así las llama, rondan por toda la ciudad de Nueva York. Los desprecia con su mirada cada vez que dobla una esquina, cuando recoge a un cliente, cuando explora a través de un barrio o se detiene en algún semáforo. Un mundo paralelo al casual. Toda una atmosfera pesada, formada por drogadictos, ladrones, prostitutas y vagos. Poco a poco sus pensamientos se van retorciendo, lo hacen sentir inútil, y desde sus viseras, nace la necesidad de querer hacer “algo” por mejorar las cosas.

Lo que hace esta película una eminencia del suspenso, es la línea narrativa a la mano de Scorsese, que magistralmente conoce los movimientos de cámara necesarios para hacernos sentir una experiencia intensa y enigmática.

Taxi Driver reitera continuamente aspectos de la discriminación racial tan latentes para la época, logrando así una coyuntura con la crítica social norteamericana.

Robert De Niro sencillamente encaja en el personaje asignado. Su destreza actoral le da un ambiente de perturbación constante, debido a lo que acontece en su cerebro. Vemos también a una joven Judith Foster (Iris), que se iniciaba en el cine. Su virtud actoral ya dejaba cosechas para el futuro que le esperaba. Cybill Shepherd completa el elenco principal interpretando a la coqueta pero esquiva Betsy.

Quizás la elevada paranoia que genera el film puede que me haya puesto a pensar de más. Como la escena del cameo de Scorsese, la cual consideré trascendental para un hecho futuro; incluso su final, que si bien no es ambiguo, unas pocas dudas pueden quedar sueltas. Pienso que es intencional.

Sin embargo, todos debemos ver Taxi Driver, extraordinaria reconstrucción de hechos y diálogos. Tratamos con un clásico de clásicos, la cumbre de un personaje afligido por la urbanidad que lo carcome día tras día.

miércoles, 23 de junio de 2010

Toy Story 3: Juguetes de siempre

Recuerdo que cuando mi mamá me obligó a ver Toy Story (la primera), ella estaba totalmente emocionada. La idea de que los juguetes cobraran vida, era el contexto perfecto para alguien que estaba trabajando con literatura infantil. Aunque sin lugar a dudas me terminó gustando. Incluso cuando la 2 salió al mercado, me entusiasmó mucho la idea de verla y no niego que no puedo dejar de ver ninguna, cada vez que sintonizo al canal de Disney, sin olvidar otras entregas de Pixar, como también los clásicos de la mágica industria.

Toy Story 3 es una conmovedora historia que continúa las aventuras de Woody y Buzz en un contexto crucial para la vida de un juguete. Su dueño Andy tiene ya 17 años y se dispone a ir a la Universidad. Los personajes principales, al ver este terrible problema, no encuentran una solución factible, debido a que durante tanto tiempo le han dedicado su vida al mismo niño; que ha dejado de serlo.

En un desesperado intento por mejorar las cosas, los juguetes llegan a una guardería donde todo simula ser lindo y acogedor; aunque, quienes los reciben en ese lugar, no son precisamente la clase de seres que aparentan. Dentro existe un sistema manipulado por Lotso, un temible oso de peluche que figura ser tierno y huele a frutas.

Creo que esta nueva película de Pixar cumplió con su objetivo de una forma sincera. O por lo menos eso logré percibir. La línea narrativa estuvo muy bien sugerida debido a un suspenso constante que se manejó de manera asombrosa.

Hay una gran cantidad de juguetes nuevos, pero debido a las características, muy especiales en cada uno de ellos, no se pierde el hilo de la historia. Más bien aumenta la dosis de entretenimiento, diversión y acciones anecdóticas.

Revivimos los flashback, algo que me parece clave en las entregas anteriores. Uno de los elementos que terminan siendo punto clave para ese cariño tan especial que se han ganado los juguetes de Disney.

El film me tocó verlo en doblaje latino. Aunque confieso que fue irrelevante no escuchar a Tom Hanks o a Tim Allen, pues soy un gran admirador de ese doblaje que revive a las grandes personalidades animadas con las que crecimos. Sin embargo, en el caso de una película con personajes reales, si prefiero verla en su idioma original. Con subtítulos.

Quedé sumamente satisfecho con Toy Story 3. Creo que Lee Unkrich reitera su potencial en hacer películas animadas (Toy Story 2, Buscando a Nemo).

No sé si pueda decidir cuál es mejor, aunque es inevitable caer en comparaciones y pensar que debieron quitar o poner. Lo cierto es que no sentí que fuese manipulada la historia, en cambio percibí un alto grado de honestidad, que de alguna forma, Pixar siempre tiene. Algunos ejemplos pueden ser Ratatouille y Buscando a Nemo.

Así que recomiendo mucho Toy Story 3, cuya conmovedora trama dejará en quienes los han seguido, un toque de nostalgia, pero también de gran satisfacción y felicidad.

PD: Desde hace poco, creo, los cortos de Pixar que se muestran antes de comenzar el largometraje, resultan ser muy creativos e ingeniosos. Aplaudo el que disfruté en esta ocasión: Day & Night de Teddy Newton. Recomendado también.