La incursión de una estructura cinematográfica innovadora y solida, se muestra en nuestros días algo distante. Un camino boscoso, lleno de obstáculos que dificultan la visión de una era prodigiosa pero al mismo tiempo confusa e impredecible. Se hace difícil esperar de Hollywood, una propuesta honestamente trabajada, que pueda obviar las pautas financieras como el ya trillado remake y el ahora repugnante 3D.
Christopher Nolan, el ya reconocido responsable de la nueva saga de Batman y reconocidas películas como Insomnia (2002), trae una propuesta única que se desorienta de los abundantes clichés. Se trata de Inception, traducida ridículamente en Hispanoamérica como El Origen.
Dominick Cobb es un ejecutivo que se ingresa al sueño de las personas, de manera ilegal, para extraer o incluir algún tipo de información. Cobb conforma un equipo de personas quienes le ayudan con el desarrollo de las operaciones, Arthur, Eames son sus nombres; incluyendo a Ariadne, una nueva integrante del grupo. La cosa se complica una vez que la empresa para la que trabajan cambia de dueño, esto hace que Cobb tome la iniciativa de dividir la compañía, por supuesto, el camino será difícil.
Los efectos especiales reconstruyen un riguroso trabajo de post-producción que aborda la conformación del libreto con estupendas escenas de acción, persecuciones, peleas e imágenes que ponen a prueba la capacidad de los sueños de la historia. Nolan aclaró que no quería abusar de los efectos para el film. Una considerable parte de la cinta no se sumerge en el material digital, lo que permite un admirable equilibrio visual.
El montaje acierta con un resultado auténtico; es difícil seguir la continuidad de la historia por la complejidad del tema, a pesar de ello, encontramos un esfuerzo por llevar un orden en el tono de la película. La música de Hans Zimmer es nuevamente la clave del ambiente narrativo, donde el entorno de los personajes se ve respaldado armoniosamente por las notas del mismo. En pocas palabras, atrapa al espectador en el contexto denso de la trama.
La ficha artística es indiscutiblemente de primera, cada uno de los actores representan con eficiente calidad a sus personajes. La interpretación de Leonardo Di Caprio en Inception demuestra su versatilidad y asombrosa capacidad de abordar un personaje complejo, inmerso en una situación que enfrenta sus sentimientos más intensos en una realidad reprimida. De nuevo se revela como un actor que insiste en dejar marcada su huella en el mundo del cine. Pandillas de Nueva York (2002), El Aviador (2004) y la Isla Siniestra (2010) fueron grandes experiencias para su evolución actoral, bajo la tutela de Scorsese. Ellen Page me impresionó por su espontaneidad y verosimilitud en Hard Candy (2005). La joven actriz no se ve opacada dentro de la línea de actores que la acompañan. Encarna a Ariadne, la nueva arquitecto del equipo, que desarrolla una relevancia fundamental para la historia. El resto del eficiente elenco lo conforman Ken Watanabe, Marion Cotillard, Cillian Purphy, Tom Berender y el ya recurrente en las películas de Nolan, Michel Caine.
Quizás hay algo en la película que no se apreció como en los otros film de Nolan: la pequeña pero significativa presencia del humor. Por lo general, están representadas en irónicas pero importantes escenas que ofrecen una pequeña porción de diversión dentro de una situación seria. En esta oportunidad, estas escenas no contienen la misma calidad que en sus obras pasadas. Tal vez estoy siendo demasiado riguroso al concentrarme en este detalle, pero lo creo conveniente para serenar un poco el laberinto de realidades y el contenido dramático.
Nolan es un director que piensa detenidamente lo que va a crear. Con el éxito de Batman Inicia (2005), recuperó totalmente al hombre murciélago tras haber sido ridiculizado por Schumacher; se le reconoció definitivamente como un director de masas. No quiero con esto ser ofensivo, por el contrario, aplaudo un trabajo transformador y honesto que genera la aceptación incondicional del público. Lo cierto es que no se deja abrumar por el éxito; en cambio, decide desviarse con El gran truco (2006) antes de retornar a Batman: The Dark Knight (2008).
Este nuevo mundo que Nolan recrea, con un guión ambicioso (realizado por él) pero lleno de una lógica absorbente, define lo que insistentemente ha venido haciendo desde que se introdujo a este mágico oficio: Un cine que reformula totalmente el thriller psicológico, llevándolo a otro nivel. En Memento (2000) cuya propuesta calculadora conserva una historia que involucra hasta el fondo, la capacidad de la mente humana. En Insomnia (2002) donde la culpabilidad introduce un giro determinante para la reacción cerebral de los personajes. Todo un camino de permanencia y constancia que le ha permitido mejorar en cada nuevo proyecto. Inception es el fin de ese camino, hasta ahora.
TRAILER
Sin duda una de las mejores peliculas que he visto. Me parece un concepto muy bien desarrollado por parte de Nolan centrado en el mundo onirico. Nolan manejo bien los elementos de conciente y subconciente, se nota que fue un proyecto minuciosamente estudiado para su realizacion. La pelicula te atrapa desde la buena actuacion de los personajes hasta, la excelente trama (algo complicada para muchos, quienes se salian perplejos de la sala sin entender media pelicula), efectos especiales y el concepto en general... En mas de una ocacion sorprendi a mi acompañante boquiabierta despues de alguna escena intensa de la pelicula.
ResponderEliminarMuy buena película, no sé si la mejor del año como muchos la titulan. Coincido con todas tus reseñas exepto una, la actuación de Ellen Page me parece que fue opacada por el concepto de la película y por los otros actores a su alrededor; su edad no me convenció tampoco.
ResponderEliminarMuy bueno todos tus artículos, gracias por compartir.
Maria F. León