Sinopsis: Un hábil y siniestro guerrero viaja por el mundo buscando riquezas. En una ocasión, llega a un castillo en el que un demonio le impide obtener el tesoro que fue a buscar. Este encuentro le hace redimir sus errores para encontrar una paz espiritual. A pesar de ello, su viaje a Inglaterra lo lleva a una familia que lo acoge como un nuevo miembro; la travesía pronto se completa gracias a una nueva maldad. La situación lo pondrá a elegir si deberá tomar la espada nuevamente o no.
Cada vez que me entero de la existencia de un film europeo de gran producción y además ambientado en un punto especifico de la historia, me llama mucho la atención. De esta forma pude conocer cintas de valioso resultado para mí, como: La otra mujer del Rey (2008), El Perfume (2006) y Pacto de Lobos (2001). Por esa razón no dude en elegir Solomon Kane: Cazador de Demonios (2009) como propuesta cinematográfica, dirigida por el británico Michel Bassett.
Cabe acotar que Solomon Kane es el personaje central del grupo de novelas Las extrañas aventuras de Solomon Kane, escritas por Robert E. Howard, el mismo autor de Conan, esta última trasladada al cine en dos ocasiones(Conan: El bárbaro, Conan: El destructor); protagonizada por el ex-físico culturista, actor y político Arnold Schwarzenegger, logrando un gran éxito, sobre todo en su primera entrega.
La estructura narrativa de la película expone un pasaje completo de la vida de su protagonista. Involucra todas sus etapas cruciales, ofreciendo al espectador el cambio de sus propósitos gracias a una gama de situaciones que lo obligan a encontrarse consigo mismo, a disputarse lo que es correcto o no y a preguntarse cuando y como se deben romper las reglas.
El manejo del personaje principal, a cargo del inglés James Purefoy, es acertada en numerosas escenas, aunque indiscutiblemente me recordó a Hugh Jackman en el film sensacionalista Van Helsing (2004); no solo por la semejanza de sus personajes (ambos cazadores de demonios) sino también por sus gestos y parentesco físico. No obstante, algunos diálogos de Solomon disminuyen el trabajo de Purefoy, limitándolo a frases clichés.
El resto del elenco, conformado por Rachel Hurd-Woods, los veteranos Pete Postlehwaite y Max von Sydow, se esfuerzan por ajustarse al momento histórico, conformado de elementos fantásticos, sobrenaturales. Un contexto en el que la magia, hechiceros, brujas y monstruos forman parte de la vida de los personasjes que encarnan.
La fotografía captura, con magistral desempeño, los paisajes de la Republica Checa (donde fue filmada) y la producción representa un indudable siglo XVII, apoyado en el vestuario, maquillaje, escenografía, etc.
Solomon Kane: Cazador de Demonios cuenta con un entretenido y sombrío tono aventurero, buen despliegue y sincronía en las escenas de esgrimas y batallas y coherente argumento narrativo; a pesar de ello la película carece de algunas virtudes. Esa armonía tan equilibrada de la historia, la hace predecible en específicos puntos de la trama. SPOILER: Además, la innecesaria aparición de un enorme monstruo que aparece al final de la cinta saliendo de un espejo, cuya manifestación se limita a unos pocos minutos, pareciera estar presente solo con la razón de exagerar los efectos especiales, sin aportar nada a la conformación del guión. A pesar de ello, de su simplicidad, no deja de ser una entretenida obra de aventura. Aunque, en definitiva, una película fácil de olvidar.
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