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Valera, Trujillo, Venezuela
Bienvenidos. Mi interés es compartir lo que hago a través de este medio; ya sean comentarios cinematográficos, artículos de opinión, crónicas y afines. Agradecería sus opiniones y sugerencias. Gracias

jueves, 30 de diciembre de 2010

Muerte en Alto Contraste:
La venganza toma impulso

SINOPSIS: Un joven policía (Gabriel), impulsado por la venganza, busca incansablemente los responsables de la muerte de sus padres, guerrilleros de izquierda, asesinados a finales de los años ochenta.

Cesar Bolívar, reconocido director venezolano, tanto en el área de televisión como en la de cine, ha retomado su labor desde su última película, Rosa de Francia (1995) con un film llamado; Muerte en alto contraste (2009). Un film que obtuvo varios premios del Festival de Cine de Mérida, entre ellos Mejor Película (Premio especial del Jurado) y Mejor Director. Esta obra cinematográfica cuenta con un trabajo de guión a cargo de José Antonio Varela, José Luis Varela y el mismo Cesar Bolívar. Además, la importante producción de Marco Antonio Pérez (Pecos) se complementa con el apoyo de la Villa del Cine.

Muerte en alto contraste reconstruye una trama altamente influenciada por el clásico cine negro; apreciado en tomas con atmosferas oscuras, así como también los desorbitantes movimientos de cámara. Chaquetas, sombreros, asesinatos, policías, delincuentes, en fin, toda esa gama estética apegada al ya mencionado cine negro; debutante en los años 40s y 50s en Estados Unidos.

El contexto de la película incluye un panorama político (o más bien ideológico) como escenario central de la venganza en la que Gabriel se ve involucrado. Eric Wildpret hace nuevamente una labor actoral sólida. Encarnan a un joven policía que usa su condición como puente para cumplir su objetivo de venganza. Juan Manuel Laguardia interpreta a un periodista de sucesos que se propone publicar un libro de asesinatos. Laguardia aporta el humor para compensar el aura tensa de crímenes y acertijos que conforman el libreto. Juan Manuel Montesinos, Luigi Sciamanna, Julio Alcázar, Carmen Julia Álvarez y Dimas González integran parte de la ficha artística y cumplen magistralmente sus papeles.

Las fallas que presenta Muerte en alto contrate van principalmente dirigidas a la relación amorosa de los personajes Gabriel y Raquel (Norelys Rodríguez: cuya actuación es vacía, nada crédula). La pareja desglosa aburridos y redundantes diálogos que no dejan de recordar el patrón cliché de las telenovelas. Debido a esta deficiencia, en ocasiones, da la impresión de ser una película para Televisión.

También la forma en incrementan el número de personajes produce cierto desorden en el modo de narrar la historia. Algunas de sus participaciones no terminan de ser realmente valiosa para el argumento inicial y se pierde el equilibrio narrativo de la trama.

Otro desacierto del film decae en el manejo de la historia en general, que insiste en parecer asombrosa e impactante, pero que mirada con detalle, es irreprochablemente predecible. La fórmula aplicada por Cesar Bolívar no termina de ser atrayente. Todo se reduce a una obra que, nutrida de cintas relacionadas con el género, encuentra su fuerte solo en las actuaciones.

Trailer


domingo, 26 de diciembre de 2010

CORTOMETRAJE: MUTE

El que perciba, y le atraiga, la actual e importante movida del rock nacional, debe conocer a ViniloVersus. Una agrupación que, considero, es la punta
de lanza de este nuevo resurgir de bandas que están dando la talla en todo el territorio nacional e internacional (al igual que CharliePapa, La vida Bohème, Alfombra Roja, etc.)

ViniloVersus fueron nominados este año (2010) a los premios Grammy Latinos por su álbum Si No Nos Matan en la categoría Mejor Álbum de Rock.

Pese a todo lo que he nombrado, no es un video musical lo que quiero compartir. En realidad es un cortometraje realizado por Rodrigo Gonsalves, guitarrista y vocalista de ViniloVersus, que con esta muestra audiovisual, revela su faceta de director.

Disfrútenlo.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Celda211: Las caras de la justicia

Sinopsis: El libreto ubica a los personajes dentro de una prisión de España. Los reclusos generan un motín en protesta a las malas condiciones en las que se encuentran, producto de la irregular administración, corrupción o simple negligencia. Juan Oliver, un nuevo miembro del personal que custodia la prisión, queda atrapado durante la revuelta. Su perspicacia será la única arma valida que podrá sacarlo vivo de ese lugar.

Dentro de la serie de películas que este año han conformado una revelación para el cine español, Celda 211 (adaptación de la novela homónima del periodista Francisco Pérez Gandul), quizás, ha sido la más significativa para el público. La estructura y conformación del guión, las intensas escenas y las rigurosas actuaciones hacen que Daniel Monzón Jerez, se muestre como un director enfocado en operar una obra solida, llena de acción, melodrama y acertados giros narrativos.

Los personajes principales que forman parte de la cinta, Malamadre y Juan Oliver, interpretados por Luis Tosar y Alberto Ammann, respectivamente, se sienten relacionados, uno al otro, producto de las personalidades opuestas. Ambos incursionan en una camaradería genuina, a tal punto de efectuar el par que lidera el motín. Todo se desarrolla fuera de la voluntad de Juan, quien se las ingenia para salir ileso del problema en el que se encuentra.

El mensaje que proyecta Celda 211 va dirigido a una confrontación atrayente. La justicia, es un elemento incierto e impreciso cuando los vuelcos personales se adentran en el interés humano; los delincuentes protagonizan una acción de protesta para reclamar mejores condiciones de vida. La narración torna diversos giros, puntuales e importantes, que se desligan de las convencionales decisiones dentro del ámbito legitimo.

Parte del segmento de actores lo integran Antonio Resines, Marta Etura, Carlos Bardem y Manuel Morón; quienes plasman con precisión la controversia de la impredecible historia. Luis Tosar logra una interpretación impactante debido al modo en que ejecuta sus diálogos y expresiones; revela a un personaje apasionado, impulsivo, despreocupado por su condición de recluso. En el caso de Alberto Ammann, quien con una actuación poco convincente, no cumple las exigencias de su papel.

Celda 211 es un film que insiste en delatar el trasfondo de la vida criminal dentro de la faceta penal, enarbola los intereses de sus protagonistas y acumula una buena dosis de entretenimiento. Sin duda, un a obra exenta de los frecuentes refritos carcelarios; esta en cambio, profundiza y se enriquece de la sensibilidad humana.


TRAILER