Franklin Zambrano, fundador de la
banda Baphometh y que actualmente trabaja como ingeniero de grabación en
Estudios Backstage en Caracas, ha deja su testimonio sobre el Metal Extremo en
Venezuela y aclara las virtudes y decadencias de la escena extrema actual.
También es productor productor en
Bitsradio.net.
¿Cómo fueron los
inicios del metal extremo en Venezuela? Las primeras bandas y el ambiente en el
que se desarrolló.
El término Metal Extremo, después
de todos estos años en el medio, me parece un poco ambiguo, aunque a principios
de los noventa, cuando escuché el término por primera vez, me parecía adecuado
para identificar el Death M, Grindcore, Black M, etc.
En Venezuela, entre la generación del heavy metal del Arkangel, Resistencia, Farenheit y la de Krueger, Epitafio, Sentencia, hubo una generación de músicos que se dejaban influenciar y apuntaban hacia el metal que se hacia en USA (Florida particularmente, con bandas como Exodus, Metallica, Slayer), Alemania/Suiza (con Celtic Frost, Hellhammer, Kreator, Sodom, Destruction) e Inglaterra (especialmente Iron Maiden y Judas Priest). Entre los más destacados de esta época están Abbadon (que luego se convirtio en Mausoleo), Necrosis, SS, Exorción, Stratuz, Cronos, Excalibur, entre otros. La mayoría de los conciertos, que no eran muchos, eran producidos por los mismos musicos o por fanaticos convertidos de un dia para otro en productores.
Una de
las características mas lamentables de esta época era los altos
niveles de violencia que se veía en los conciertos. Entre grupos
de fanáticos había rivalidades que siempre cristalizaban en una
coñaza con su respectiva guerra de botellazos. Para empeorar esto, en los años
ochenta y noventa, nos encontramos con unos cuerpos policiales carentes de todo
tipo de orientación profesional o ética (9 de cada 10 aspirantes a la Policía
Metropolitana de Caracas eran rechazados por
el psicólogo encargado de determinar su aptitud para el cargo, pero
los nueve rechazados eran reclutados por la policía y el único apto no era
tomado en cuenta... -el psicólogo era amigo mio-). En todos los conciertos
estos cuerpos policiales actuaban como generadores de violencia ya que su
desprecio por los asistentes se veía libre de actuar pues estaban
protegidos por los prejuicios de la sociedad de ese momento.
Aún así había un gran
compromiso de los músicos con lo que hacían y, de hecho,
esa mística dio sus frutos en una generación posterior más
profesional y que de alguna manera se nutrió de aquellas leyendas de
las que aun se habla.
¿Cómo ves la escena
metalera actual en comparación a la de los noventa?
Las diferencias más notables
están en la calidad interpretativa de los músicos quienes se han dedicado a
conseguir destrezas, mejor sonido en las grabaciones y mayor cantidad de
conciertos. En el aspecto negativo debo mencionar la poca creatividad que noto
en ese mar de bandas que hoy existen. Por supuesto que hay bandas creativas
pero son una minoría. En el aspecto técnico muchas grupos
son bandas de protools, de esas que dependen de los trucos
y clichés de los nuevos métodos de grabación pero que en
vivo...
¿Qué le hace falta desarrollar al Metal Extremo en Venezuela?
Originalidad (como ya dije hay
sus excepciones, pero son una minoría) y estrategias de promoción
eficaces..
¿Tienes conocimiento de bandas de metal extremo del estado Trujillo? De
ser así, ¿cuál es tu opinión sobre ellas?
Lamentablemente no conozco bandas
de Trujillo.
¿A qué se debe que
los jóvenes les gusten tanto esta tendencia musical?
A pesar de los clichés es muy
variada y en ella consigues cualquier cantidad de temas tratados con
la emoción y avidez de la juventud
¿Quisieras agregar algo más?
Muchas cosas pero solo puedo
apuntar que los altibajos en nuestra escena musical tienen mucho que ver con
nuestra propia falta de compromiso con la música.
Diego Hernández León