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miércoles, 31 de octubre de 2012

Testimonios sobre el Metal Extremo en Venezuela: Max Manzano



Max Manzano, ex productor del programa radial Rock en Ñ y codirector del documental Detrás de la Puerta: La Historia de Zapato 3, es un metalero empedernido desde siempre. El locutor comparte su propia tesis sobre el crecimiento del Metal Extremo en Venezuela, las bandas que, según él, son las más importantes en la actualidad y cómo un sector importante de la juventud termina formando parte de las filas del Metal.
Max comienza su relato hablando sobre el origen de sonidos extremos en Caracas que después de sufrir varias transformaciones, terminaría denominándose Metal Extremo: “A mediados de los años ochenta, además de estar sonando Sentimiento Muerto, Desorden Público y Zapato 3, había mucho Hardcore en la calle. Aseo Urbano o La Ladilla de Karakas eran algunas de esas bandas que se hacían sentir en esa época. Luego, a principio de los noventa ya se observan bandas de metal extremo como Epitafio, Stratuz y Krueger en el caso del Death Metal, Natastor en una onda Thrash Metal y Baphomet en el Black Metal”, estos últimos serían para Manzano los primeros protagonistas del Metal Extremo en la escena underground de Venezuela.
En la actualidad hay varias bandas de Metal Extremo que resultan muy relevantes para Max en el país: “Dischord me parece que sin duda es la punta de lanza” expresa Max sobre esta banda de Hardcore caraqueña. Sigue Cultura Tres, agrupación nacida en Maracay y radicados en Europa; además fueron catalogados por la revista británica Metal Hammer como el descubrimiento global de Metal en el año 2009; “creo que es la mejor representación del metal venezolano en el plano internacional”, asegura Manzano. También nombra a Maskhera, banda de Groove Metal la cual encuentra bien posicionada.
Max aclara también por qué considera que el metal extremo llama la atención de la juventud: “Primero es apartarse de la filosofía hipócrita de que todo es bonito. El metal te muestra liricas de sentimientos humanos (sin caer en la ridiculez del Emo), las guerras, rebeliones, caos, crisis, cosas que si existen y se refleja en la descarga. A parte está el sonido y el arte que ofrecen cada una de las bandas. Eso brinda una conexión directa con el público joven.”

Perfeccionamiento y calidad metalera

Uno de los puntos que hace notar Manzano es la evolución por parte de las bandas nacionales en mejorar la calidad de su sonido en la grabación. Sobre esto comenta: “En el año 2002 llega la perfección del sonido del metal aquí en Venezuela. Productores como Felipe Kruger y Eduardo Sáez dieron un sonido más profesional. Tú escuchabas las grabaciones de las agrupaciones de antes y la calidad era paupérrima, pero ibas a un show y sonaban bien; se disfrutaban en directo. Actualmente es proporcional. Ahora se pueden escuchar los trabajos de bandas como Distrust (MetalCore), Mantra (Death Metal Melódico), Púah (Groove, Thrash Metal), BreakDown (MetalCore) que suenan hasta en radios FM; y la gente que solo conocía el metal de afuera, Decide, Sepultura, Napalm Death, pueden decir ‘Oye, tenemos bandas acá que suenan como ellos; o al menos están muy influenciados’. De esta forma se hace más masivo. Ojo, no sale del underground, pero programas como Rock en Ñ o Tu Generación ayudaron a que se masificara.” 

¿Qué falta mejorar?

Así como hay una evolución en la parte técnica y de grabación, existen tres aspectos para Max que aun son motivo de debate y de mejoras en el país. Uno de ellos es el trabajo de las productoras que traen las bandas: “Al Metal Extremo le falta apoyo departe de las productoras. Arriesgarse y pensar en hacer cosas grandes y no migajas; eso resulta poco profesional y el metal necesita una plataforma donde los conciertos sean de mayor calidad. Hay productoras buenas pero hay otras que solo ‘juegan’ a hacer eventos; entonces se cancelan shows porque no estaban los permisos de viajes o problemas con el sonido. Aun falta crecer en ese aspecto.”
Otro aspecto que resalta el locutor es el del público venezolano, que carece de autentica fidelidad con las bandas que admiran: “Aquí en Venezuela pasa algo que es como un cáncer. Si traen una banda dos veces la primera vez se llena y la segunda no. Eso hace que algunas agrupaciones no retornen para futuros conciertos. Por ejemplo: Dream Theater vino la primera vez y llenaron, la segunda vez no tanto y la tercera estuvo mal; tuvieron que mover el evento del Poliedro de Caracas al C.C.C.T porque la gente no compró tantas entradas. El público venezolano en general, sin importar el género, se caracteriza por ser traicionero cuando crece; como si el rock fue parte de la juventud y luego lo abandona. Son pocos los que permanecen. Hay que transmitir más la cultura al público y que tenga ese sentimiento de ser fieles.”
El tercer y último aspecto con el que concluye Max Manzano su intervención sigue dirigido al público venezolano. En este caso es el poco conocimiento que tienen sobre bandas nacionales pertenecientes a esta vertiente musical. “Hay muchos seguidores de Cradle of Filth, Cannibal Corpse o Napalm Death, pero falta que la gente sepa sobre la escena underground en Venezuela. Más allá de conocer las bandas que son teloneras en grandes conciertos, se trata también de ponerse a investigar sobre las agrupaciones de metal que nos representan.”



Diego Hernández León

lunes, 29 de octubre de 2012

Testimonios sobre el Metal Extremo en Venezuela: Félix Allueva



El fundador y presidente de la FundaciónNuevas Bandas, Félix Allueva, es la persona seleccionada para iniciar esta serie de entrevistas que tienen como fin comprender los orígenes del metal extremo en Venezuela.
Si bien es sabido que Allueva desde comienzos de los años noventa a través del Festival Nuevas Bandas, ha sido promotor musical de agrupaciones orientadas al género alternativo, new wave y derivaciones del punk, poco se conoce de su papel en la cultura del metal y una ramificación del festival ubicada en esta tendencia, realizada en los años noventas.
 Esa edición paralela se tituló Festival de Música Extrema y su primera edición fue en 1994. Allueva comenta cómo nació esta iniciativa: “En los noventa, Kultura Subterránea, que era un programa bastante raro que yo tenía en el 92, era una puerta para mostrar las rarezas musicales del país. Colocaba demos, conciertos, cosas que no se acostumbraban. Luego una disco-tienda llamada Underground CD empezó a patrocinar este programa. De esta manera me llegaba material muy fresco de las tendencias extremas del rock y así el programa empezó a tener una sección de metal extremo. Estudiamos el hecho de que muchas bandas de metal no se inscribían en el Festival Nuevas Bandas, entonces tomamos la decisión de crear el Festival de Música Extrema.”
En otra entrevista, realizada en la página www.OidosSucios.com, Félix aclaró el por qué no continuó la edición de música extrema: “…te cuento que en los 90 hicimos varios años un Festival de Tendencias Extremas, lo dirigía Franklin Zambrano de la Fundación Nuevas Bandas. Fue desapareciendo por el poco apoyo que recibía. La falta de público lo sepultó.” (http://www.oidossucios.com/interrogatorio/8/felix-allueva-round/).
El Diccionario Heavy Metal Latino, aclara que este Festival de Música Extrema solo contó con tres ediciones desde 1994 hasta 1997.

Orígenes del metal en Venezuela

Para Félix, el nacimiento del metal en el país, y a su vez del metal extremo, se remonta a los años setenta. Su visión amplia permite obtener un panorama más completo del génesis del metal. Al respecto, explica: “Si bien el término metal se acuña al finalizar los años setenta y comenzando los ochenta, para mí hay que hablar del Hard Rock y lo que vino después. Yo soy de la línea que considera que este género (Hard Rock), realizado a principios de los setenta, fue el que determinó el sonido que después fue denominado metal. Bandas como Led Zepellin, Cream, The Who, Jimmi Hendrix y Black Sabbath son algunos ejemplos. En el caso venezolano fueron Ladies W.C y Sky White Meditation, que son bandas del 69 hasta el 72. Luego el rock se fue más a una onda sinfónica o progresiva.”
Esta evolución abrió el sendero de lo que luego se definiría como Heavey Metal, impuesto por la Nueva Ola del Heavy Metal Británico (New Wave of British Heavy Metal) con bandas como Iron Maiden, Judas Priest  o Motörhead a principios de los años ochenta. Allueva continúa su relato: “El origen del nombre Heavy Metal en Venezuela se da en Valencia con Power Age, que luego se llamarían Arkangel. En Caracas la respuesta fue Resistencia. Esas, sin duda alguna, son las bandas de referencia.” 
Allueva profundiza, al mismo tiempo, sobre el desarrollo de este nuevo movimiento de rock venezolano. “Esto tuvo un asenso rápido y una caída abrupta. Comienza en 1979 específicamente y ya en 1983 estaba muerto. Fue un momento importante porque estas bandas permitieron que el rock venezolano se popularizara en todo el país. Eran trabajos fuertes, contestatarios y de contenido social; esa combinación permitió que el rock entrara a sectores juveniles de los barrios. Se veía, entonces, que en conciertos del Poliedro el público no era principalmente clase media del este de Caracas, sino que había un cambio significativo que también estaba integrado por jóvenes de clase baja”.

Un motor llamado Alfredo Escalante

En esta época, el principal motor de lo que sería esta etapa, se llama Alfredo Escalante; importante figura del rock venezolano por su programa radial y televisivo La música que sacudió al mundo, referencia indispensable para la historia rockera venezolana.
“Alfredo Escalante venia acumulando fuerzas. Fue asistente de producción de radio, luego entró a la producción y más tarde era la voz en la radio. Programas como Médium y otros que hizo,  generó una respetabilidad de parte del público y las bandas. Cuando aparece Arkangel, se convirtió en el productor de esta banda, y de esta manera producía eventos en su programa y el Poliedro de Caracas”, explica Félix sobre el protagonismo de Alfredo en esta etapa.

Descenso a la oscuridad

Como explicaba Felix anteriormente, este nuevo movimiento tuvo un impacto en la nación, pero al mismo tiempo un descenso abrupto que provocó casi la desaparición del metal en el país.  “En esa época pasaron muchas cosas. El público seguidor del metal se radicalizó. Había problemas de violencia, destruían teatros y ese tipo de cosas; pensaban que esa actitud era ser coherente con el metal. Tampoco se comprendió de parte de la sociedad los cambios que se daban. Había bailes muy violentos que en ese momento eran incomprendidos y formaban parte de la misma idiosincrasia del rock, internacionalmente hablando” comenta Félix.
“Faltó liderazgo. Si alguien hubiese dado un discurso diciendo hacia donde se iba y cómo debía ser el comportamiento, a lo mejor se hubiese orientado el movimiento hacia su crecimiento y no hacia su ostracismo. También venía subiendo un boom muy importante que era La nueva canción venezolana, un fenómeno sociocultural importantísimo. Curiosamente, los músicos de rock de los años setenta fueron los que impulsaron esta movida. Faltó visión y pudieron unificarse.” En este punto Félix se refiere a Ilan Chester (Azúcar, Cacao y Leche y Ananta) Frank Quintero (Frank Quintero y los Balzehaguaos) y Yordano (Sietecueros); quienes antes de cantar baladas pertenecieron al rock.

El Metal Extremo en Venezuela

No es su especialidad, pero Félix Allueva expresa cuales fueron las primeras bandas del metal extremo en formarse en el país y la razón por la cual permanece en el underground de la música nacional: “Stratuz es una banda de transición hacia el sonido del metal extremo a principio de los años noventa. También estaba Laberinto, quienes venían a la par, eran contemporáneos. A finales de los noventa nace el Nu Metal, que fue una forma de embellecer este género. Le da un respiro a la comunidad. Por lo tanto, el Metal Extremo queda reducido a las catacumbas por su estética fuerte, el problema del mensaje, ya que las letras pueden ser muy buenas, pero no se entienden debido a la voz gutural. Además está asociado a un público violento, extremo y nada comercial. Si ya de por si el pop-rock de Venezuela es limitado, imagina estas tendencias extremas.” 

El Metal y la preferencia de los jóvenes

Félix termina su intervención refiriéndose a esa indiscutible atención que genera el metal extremo en los jóvenes. Como siempre viaja al pasado para ubicar los efectos más actuales de la movida metalera: “En los años cincuenta, cuando explota la cultura juvenil, en ese proceso de transición hormonal, los jóvenes empezaron a ser contestatarios con los padres. Algo así como: “Si a ellos (padres) les molesta que escuche la música nueva que se está escuchando, pues lo voy a hacer. Y si dentro de esa música hay una que es más extrema, pues también lo haré. El adolescente se va a enfrentar a cualquier autoridad, ya sea la de sus padres o a la autoridad general de la sociedad.”
“Por lo general, los jóvenes que escuchan metal extremo son los que tienen problemas de comunicación. Los que no se relacionan bien con sus padres ni con su entorno en el colegio. De esta forma ese grupo de metaleros tienen el mismo lenguaje: hablan de lo mal que está la sociedad o sus problemas con los padres. A eso se le puede sumar otras formas que les llame la atención como la iconografía”.

Diego Hernández León